Historia

Todo comenzó a mis 8 años de edad. Mi padre desde pequeño me inculcó el amor por la agricultura, de manera consistente me decía que siempre pensara en la agricultura como un medio por el que podía velar por el futuro y bienestar de mi familia. Me decía: mediante la agricultura le puedes proveer alimento a tu familia y más en tiempo de crisis. Ese consejo quedó grabado en mi mente. Mi padre me motivó y me involucró activamente de una forma agradable en cultivar frutos como yautía, ñame, plátanos, café, al igual que todos los frutos menores. 

La verdad es que al llegar a mi vida de joven adulto no me dediqué a la agricultura, sino que ejercí las profesiones de soldador y educador vocacional. Sin embargo, más adelante en el tiempo hubo eventos que me llevaron a recordar los consejos sabios de mi padre en torno a los beneficios de cultivar alimentos. Un gran evento en particular que puedo citar fue las circunstancias en las que quedó Puerto Rico luego del paso del Huracán María en el año 2017.  Se vivió un preocupante momento en el que era difícil o imposible el tránsito por las carreteras debido a las inundaciones, derrumbes y demás estragos causados por la fuerza de la naturaleza con el paso del huracán, entonces presencié el triste hecho de saber que escaseaba la comida en todo el país y familias no podían transportarse para adquirir los alimentos como acostumbraban. Al observar este lamentable panorama comienzo a recordar las sabias palabras de mi padre en relación a la agricultura como un medio para sostener a mi familia y tener alimentos disponibles para ellos en cualquier circunstancia. Luego de lo sucedido, procedí con entusiasmo a sembrar y cultivar algunos frutos menores siendo mis primeras cosechas de unas semillas de tomate que me regalara un amigo agricultor de mi zona; se me dieron abundantemente y disfrutaba compartirlos con familiares y vecinos de mi comunidad. 

¿Cómo se origina Cultivos Borinquen?

En septiembre de 2019 visitando una compañía dedicada a la venta de empaques de semillas, con quien sostenía relación de negocios previamente, un día observé que habían unas bandejas germinadas de plántulas de parcha amarilla las cuales no tenían un destino, y le pregunté al dueño si me las vendía para revenderlas y entregarlas a domicilio a las personas de la Zona Norte. Como consecuencia de la historia narrada, surgió lo que comenzó como un “hobby” y hoy ya como la proyección de un negocio llamado Cultivos Borinquen. En el corto camino recorrido empiezo a descubrir impactantes realidades concernientes a la propagación, manejo y cosecha de los cultivos y cómo se estaba procediendo comercialmente, y noté la necesidad que tiene mi gente de ayuda y recursos agrícolas de calidad. Entonces me interesé por brindar un producto eco-amigable: no pesticidas, ni herbicidas ni abonos químicos. Así nace Cultivos Borinquen y el deseo de que no falte en cada hogar de mis compatriotas un huerto casero.